martes, 10 de octubre de 2017
EL NOVENO ARTE
Son muchos los que suelen criticar al manga o cómic japonés. Por ser sexista, violento o de contenido muy sexual. Cierto; al menos antaño; que la mayoría de mangas son o eran demasiado violentos e incluso algo eróticos para un público tan infantil e incluso adolescente.
Pero se tiene que ser objetivo, la mayoría que han conocido o visto el manga, sólo han visto este "género" de manga, y lo ven desde un punto de vista subjetivo: MANGA = VIOLENCIA Y SEXO.
Pero el manga también tiene su parte artística, no sólo en el estilo de dibujo como nos ocupa el de esta entrada, si no en el narrativo también. Hay mangas que reflejan y son una auténtica obra de arte y cultural. Por un dibujo artístico y una historia muy bien desarrollada al mismo tiempo ;y sin nada de sexo, sexismo o violencia; si no historias cotidianas, dramas humanos, hechos históricos e incluso muy culturales, que reflejan muy bien la cultura y pensamiento de Japón (su filosofía, tradiciones, gastronomía...). E incluso grandes Thrillers como Monster de Naoki Urasawa (digna de llevarla a la gran pantalla).
Sobre todo el artista y guionista de manga más artístico y cultural es Jiro Taniguchi. Es un mangaka que por su estilo de dibujo e historias en sus mangas nos reflejan un Japón real y nada ficticio. Del cual sus mangas se podrían considerar novelas ilustradas. Ya que nos suele narrar historias muy reales que nos podría suceder a cualquiera de nosotros. El hijo abandonado por su padre y cuando crece decide ir en su búsqueda y averiguar más sobre él, mientras al mismo tiempo él mismo también se replantea si es un buen padre con su hijo o sí al contrario está cometiendo también los mismos errores que su progenitor... La búsqueda de una niña perdida en la cordillera Himalaya y como su padre desesperado junto a un amigo que conoce por el camino decide buscarla...
O como un sibarita viaja por todo Japón para probar los platos más deliciosos de la gastronomía japonesa... Como un paseante pasea por los paisajes mas bellos y naturales de la gran ciudad de Tokio... contemplando la naturaleza y los paisajes como si fuesen un lienzo. O la historia de un maestro retirado y solitario que le cuenta a una chica joven como eran sus tiempos en el Japón antiguo (como eran las costumbres, la forma de enseñar y educar de aquel entonces...).
De hecho hay muchos mangas que son muy buenos, pero por desgracia los que siempre resaltan más son los más violentos, eróticos o sexuales (algunos pornográficos) y los más comerciales o simples. Como Pocket Monsters (Pokémon), Dragon Ball, Saint Seiya, Sailor Moon, Love Hina, Captain Tsubasa o Inazuma Eleven, y los Hentai o Ecchi (de corte erótica o incluso pornográfica).
El único manga que destaca mucho por todo el mundo y que sí se puede considerar bueno e incluso educativo y moral es Doraemon. Pero por desgracia el resto de mangas realmente buenos, pasan muy desapercibidos e incluso son desconocidos para los propios otakus (aficionados al manga).
El manga por decirlo de alguna manera es como el cine de Hollywood: sólo un 10% de sus producciones o historias son buenas de verdad. Como me dijo un día un buen amigo japonés: "Sólo el 40% de los mangas o animes son realmente buenos; la mayoría son malos o muy simplistas"
Cosa que la verdad le doy toda la razón, porque el otro 60% o incluso diría que más, o son malos, comerciales o demasiado simples; al igual que el cine de Hollywood: sólo echo para vender y sacar mucho dinero (merchandising, cromos, videojuegos, figuras y un largo etcétera...).
Espero que con esta entrada os haya echo reflexionar un poco sobre el cómic japonés y su animación (que no todo es sexo o violencia).
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