domingo, 26 de noviembre de 2017

KAROSHI: Muerte por exceso de trabajo

Todos sabemos muy bien que en Japón se trabaja mucho, incluso demasiado podríamos decir. Tanto que incluso solo tienen 1 semana de vacaciones al año; y son tan trabajadores que sí les ofrecen más días de vacaciones, ¡las rechazan!

Es tal, que algunos incluso se quedan a dormir en la oficina para poder ir adelantando trabajo o se quedan toda la noche desvelados trabajando y con una taza de café para no quedarse atrasados en el trabajo y adelantar lo más posible.

Es tal, que incluso los sábados se trabaja, el único día libre que tienen es el domingo, y aun así, en domingo algunos aprovechan para hacer trabajos atrasados de sus oficinas en casa; siempre con la intención de terminar los trabajos bien e irse adelantándose en todas las tareas de su profesión.


Pero el exceso de trabajo tiene un precio, y eso hace que algunos mueran por trabajar tanto. Tal es así, que incluso en Japón desde 1987 el Ministerio de Sanidad ya avisa sobre este tipo de enfermedades e incluco con efectos mortales de tanto trabajar.

Y este es el precio que han de pagar por su obsesiva pasión por el trabajo. Algunos incluso se suicidan si no trabajan o no tienen nada que hacer. Como ocurrió con un japonés artista que era compositor de música clásica, y al final se anuló dicho certamén, y del propio aburrimiento y de sentirse demasiado ocioso porque se suspendiera un simple certamén de solo 50 minutos, decidió quitarse la vida (ya que no podía vivir sin la pasión de su trabajo o profesión mejor dicho).

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